ME DIJERON QUE EN EL REINO DEL REVÉS
NADIE BAILA CON LOS PIES,
QUE UN LADRÓN ES VIGILANTE Y OTRO ES JUEZ
Y QUE DOS Y DOS SON TRES.
VAMOS A VER CÓMO ES EL REINO DEL REVÉS.

Con esta nota queremos pensar los desafíos de la memoria y rescatar un momento de nuestra historia, por el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.

La Torre de Cubos

«Del análisis de la obra La Torre de Cubos se desprenden graves falencias tales como simbología confusa, cuestionamientos ideológicos-sociales, objetivos no adecuados al hecho estético, ilimitada fantasía, carencia de estímulos espirituales y trascendentes», sostiene la resolución N° 480 del Ministerio de Cultura y Educación de Córdoba que prohíbe la obra de Laura Devetach. Entre otros argumentos se aduce que el libro critica «la organización del trabajo, la propiedad privada y el principio de autoridad».

Los cuentos de la autora cordobesa hablaban de la vida cotidiana -los padres que trabajan, las familias a las que no les alcanza la plata- en una época en que la literatura infantil recién comenzaba a consolidarse. Desarrollo que la dictadura intentó encorsetar. Hasta había palabras desaconsejadas por el poder militar: calzado en lugar de alpargatas, por citar un ejemplo recordado en un ensayo por Devetach.

«La Torre de Cubos se prohibió primero en la provincia de Santa Fe, después siguió la provincia de Buenos Aires, Mendoza y la zona del Sur, hasta que se hizo decreto nacional. A partir de ahí la pasé bastante mal. Porque no se trataba de una cuestión de prestigio académico o de que el libro estuviera o no en las librerías. Uno tenía un Falcon verde en la puerta. Yo vivía en Córdoba y más de una vez tuve que dormir afuera. Finalmente nos vinimos con mi marido a Buenos Aires en busca de trabajo y anonimato. Durante todo ese período quise publicar y no pude.»

«Maravillosamente el libro siguió circulando pero sin mi nombre: era incluido en antologías, los maestros hacían copias a mimeógrafo y se los daban para leer a los alumnos. Muchos lectores se me acercaron después y me dijeron que habían leído mis cuentos en papeles sueltos, sin saber de quién eran. Recuerdo varias Ferias del Libro en las que las maestras me acercaban esas hojas mimeografiadas para que se las firmara.»

«Me consta que en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Córdoba muchos colegas y estudiantes hicieron denuncias con nombre y apellido nada más que para ocupar el lugar de los destituidos. Yo, además, trabajaba en un profesorado al que un colega entró como observador de mis clases. Hizo ciertas objeciones y, para concluir, sacó de la biblioteca libros de Cortázar, de Piaget, de gramática estructural y de matemática moderna.»

«Tengo grabadas imágenes bastante alucinantes de los atardeceres en la ciudad de Córdoba: gente que deambulaba por las calles con paquetitos, con valijas donde llevaban los libros, cuando se iban a dormir de un lado al otro. Parecían caracoles con sus caparazones a cuestas. Así era todo, silencioso y sórdido.» Laura Devetach, escritora.

Estas breves intervenciones intentan dar cuenta de las profundas relaciones existentes entre las transformaciones sociales, políticas y económicas en un período que tuvo un impacto clave en la historia argentina de las últimas décadas, necesarias ante el avance del gobierno actual que intenta borrar la Memoria.

Sindicato de Trabajadores Judiciales de Santa Fe