Desde el Sindicato de Trabajadores Judiciales creemos que una buena manera de honrar este próximo 9 de julio es con el acompañamiento de uno de nuestros platos típicos, deliciosos y populares, y al que pocos pueden resistirse: el locro. Por ello, queremos destacar que este año, para las afiliadas y afiliados, el gran locro de judiciales no tendrá costo alguno. Es así, que en distintas localidades de la provincia estamos preparando esta exquisita comida para que en esta fecha patria no falte en tu mesa un buen plato de locro. Sólo tenés que inscribirte y coordinar las porciones que te vas a llevar:

Santa Fe: del 22 de junio hasta el 6 de julio (inclusive), llamando al 342-4594821. Se pueden pedir como máximo 6 porciones y las retirás en el Camping, el 9/7, desde las 11hs. Traer olla o tupper.

Rafaela: inscripción hasta el 6 de julio (inclusive), al teléfono 3492-658171 (María Elena). Máximo 6 porciones. Traer olla o tupper.

Vera: inscripción hasta el 6 de julio (inclusive), al teléfono 3483-401629 (Valeria Tourn). Máximo 6 porciones. Traer olla o tupper.

Reconquista: inscripción hasta el 6 de julio (inclusive), al teléfono 3482-572352 (Gabriel Zorzon), o al 3482-2533886 (Carlos Zacarías). Traer olla o tupper.

San Justo: inscripción hasta el 6 de julio (inclusive), al teléfono 3498-405571 (Fernanda Vegetti). Traer olla o tupper.

Tostado: inscripción hasta el 6 de julio (inclusive), al teléfono 3491-407476 (Francisco Verdugo). Traer olla o tupper.

El locro: acervo culinario nacional

Este preparado tradicional se ha convertido en una buena costumbre entre los compañeros y compañeras judiciales, un plato que tiene múltiples variantes pero el mismo encanto. A nadie sorprende que sea un plato popular y que gozara de tanta aceptación entre criollos y criollas, puesto que en cierto aspecto se asemeja al puchero y de la“olla podrida”que se comía en Europa desde los tiempos del medioevo. Y fueron los españoles los que le agregaron ingredientes como el chorizo y la cebolla, desconocidos en estas tierras americanas. La carne empleada podía ser fresca o desecada y, en estos casos, las amas de casa acostumbraban a molerla sobre una piedra antes de arrojarla a la olla.

Cuenta el periodista Daniel Balmaceda que, en los tiempos de la Revolución y la Independencia, los vendedores y vendedoras de locro se apostaban en la Recova, un edificio que estaba situado en la actual Plaza de Mayo: “Llegaban temprano, preparaban un fuego y le daban calor y vueltas al suculento  plato que fue comida originaria del pueblo quechua y siempre ha tenido al maíz como elemento principal, aunque también solía prepararse con trigo”.

El locro es parte del acervo culinario nacional y es delicioso cuando está hecho con aprecio y a conciencia. También necesita de una cocción larga y dedicada, para la que ya convocamos a nuestros cocineros y cocineras para prepararlo. ¡Te esperamos con tu olla o tupper para buscar tu locro de judiciales! ¡Y QUE VIVA LA PATRIA!