Este 29 de abril la ciudad de Santa Fe recuerda con dolor su peor catástrofe. La inundación de 2003 dejó bajo agua a un tercio de la ciudad, con el doloroso saldo de 23 muertos por inmersión, miles de secuelados y gran cantidad de otras víctimas fatales producto de las consecuencias colaterales.

Además, hubo que reconstruir las viviendas de casi todo el cordón oeste, en medio de una crisis económica, lo que demandó una millonaria inversión.

A 18 años del peor suceso que le tocó vivir a la población santafesina en su historia, hoy una pandemia por coronavirus encuentra nuevamente a la sociedad en estado de aislamiento social, por fuera de la cotidianeidad y en una crisis sanitaria que tendrá además un gran impacto económico y social.

María Claudia Albornoz, referente de La Poderosa (organización social de barrio Chalet) y ex integrante de la Carpa Negra de la Memoria por la Causa Inundación de 2003, declaró que si bien en esta fecha no habrá acto ni movilización (por las razones de fuerza mayor que impone la pandemia), “sí se convoca por las redes sociales a recordar la tragedia, y seguir haciendo el reclamo de justicia”.

“Cuando nos encontramos cada 29 de abril nos abrazamos entre todos los que sufrimos aquella tragedia, y con todos quienes vienen a acompañarnos. Esta vez, no habrá abrazos (físicos). Pero nos vamos a abrazar a través de las redes sociales. Pedimos a la ciudadanía santafesina que suba una foto que nos recuerde aquel 29 de abril de 2003.

La referente adelantó que, a través de una legisladora provincial, se presentó un proyecto para que el 29 de abril quede en el calendario escolar, “y que se trabaje en las escuelas para que la tragedia no nos vuelva a pasar”, dijo. “Es una forma de reivindicar tantos años de lucha, y que otro 29 de abril nunca nos tiene que volver a ocurrir. Queremos que se conmemore como el Día de la Memoria del Pueblo Inundado”.

Desde el Sindicato de Trabajadores Judiciales de Santa Fe hacemos memoria del 29 de abril de 2003 que será recordado por todos los tiempos como el día en el que el río Salado ingresó con toda su furia a la ciudad de Santa Fe y arrasó con lo que se encontró en su camino. Casas, hospitales, escuelas. La capital de la provincia quedó paralizada por el avance del agua.