Hoy los trabajadores judiciales de la provincia estamos de paro. Nuestra entidad madre, la Confederación General del Trabajo dispuso el paro al que adherimos hasta las 13 hs. Desde hace muchos años no habíamos tenido necesidad de llegar a utilizar la herramienta más importante que tiene el movimiento obrero organizado para enfrentar aquello que hoy sabemos resulta posible.

El tomar una medida de estas características no es una decisión baladí, es la responsabilidad de convocar a todos los compañeros a unirse para defender nuestras conquistas. No advertir la gravedad de la situación ante la que reaccionan la totalidad de las centrales obreras del país, resultaría una petulancia inaceptable, más allá del costo que pudiera significar para nuestros afiliados poder llegar a sufrir algún descuento.

No se trata de hacer paro para pedir un aumento salarial o por condiciones de trabajo. No es solo un reclamo sectorial, es la oposición a un nuevo modelo de país, en el que claramente seremos perdedores aunque lleguemos a conseguir aumentos de sueldo. Este gobierno nos trata como a niños que cambian fácilmente y son arrastrados por el viento de cualquier nueva enseñanza, nos quiere hacer caer en el engaño del sacrificio y de la meritocracia, porque han cambiado las reglas de juego y somos el pago de su fiesta de lebacs.

Muchos siguen cayendo en el error de pensar que nunca nos va a llegar el agua. En el 2001 nos llegó y si se convalida en la Legislatura el pacto fiscal, también nos va a llegar. Ya quienes ingresan al Poder Judicial deberán pagar impuesto a las ganancias y cuando asciendan los nuevos jueces o secretarios, también lo deberán pagar. Ya vemos aparecer varias ideas para la justicia que incluyen además de nuestro sistema salarial, ampliar en dos horas nuestra jornada de trabajo, eliminación de la feria judicial (proyecto del senador Lisandro Enrico) y otorgamiento de la licencia por vacaciones por antigüedad, jubilación a los 70 años y pérdida del 82 por ciento móvil cuando se dé por finalizada la adecuación de nuestra caja provincial a la nacional.

NO ES CAMPAÑA DEL MIEDO, no hace campaña la primera minoría del Congreso cuando dicta leyes que favorecen a quienes integran su partido y perjudican a los jubilados y a los que menos tienen. Recordamos que la Asignación Universal por hijo está en $1.200 para pasar el mes. La sensibilidad con que observan el bolsillo de los que menos tienen, es reflejo del criterio con que miran nuestros salarios, un costo que hay que resolver. La brecha es amplia, cada vez mayor, el último aumento fue hace mucho porque había que congelar la demanda y bajar la inflación, sin embargo el sacrificio es todo nuestro, mientras hipotecan la nación.

SINDICATO DE TRABAJADORES JUDICIALES, 19 DICIEMBRE 2017.