Desde el Sindicato de los Trabajadores Judiciales queremos recordar que el 10 de noviembre de 1834 nacía José Hernández, poeta, escritor, político, periodista, soldado y militante del federalismo provinciano. En su honor se recuerda el Día de la Tradición.
Herández combatió en las batallas de Cepeda y Pavón en el bando de la Confederación Argentina, y en las filas de Ricardo López Jordán en defensa de la provincia de Entre Ríos contra la ocupación porteña.
Creador de “El gaucho Martín Fierro”, fue autor también de “Vida del Chacho”, “Instrucción del estanciero”, “Las islas Malvinas”, “Los treinta y tres orientales” y fundador y director de los periódicos El Argentino, de Paraná, y El Río de la Plata, de Buenos Aires, desde los cuales combatió incansablemente la política de Mitre y Sarmiento.
El Martín Fierro, más allá de la épica del hombre forzado por la sociedad de su tiempo a vivir fuera de la ley -Hernández critica en su obra las políticas sarmientinas con respecto al gaucho-, el Martín Fierro contiene una serie de premisas de lo que podría considerarse «sabiduría popular». Consejos para la vida de un personaje de ficción que por cierto ha vivido.
Y hasta el Papa Francisco eligió para su discurso ante las Naciones Unidas la que probablemente sea la sextilla más popular:
«Los hermanos sean unidos porque ésa es la ley primera, tengan unión verdadera, en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean los devoran los de ajuera»
Pero, a lo largo de los dos libros, recordemos que el Martín Fierro no es un libro. Son dos. En 1872, José Hernández escribió el poema narrativo El gaucho Martín Fierro, que tuvo su secuela en La vuelta de Martín Fierro, de 1879. Ambos forman una unidad que cuenta las desventuras de un hombre de campo que cae en la marginalidad.En los que el autor se involucra con una multiplicidad de temas de índole social, moral y personal. Estas citas son apenas un muestrario de cuánto tiene el gaucho para aconsejar.
«Junta esperencia
en la vida
Hasta pa dar y prestar
Quien la tiene que
pasar
Entre sufrimiento y
llanto,
Porque nada enseña
tanto
Como el sufrir y el
llorar»
«Hay hombres que
de su ciencia
Tienen la cabeza
llena;
Hay sabios de todas menas,
Mas digo sin ser muy
ducho
Es mejor que aprender
mucho
El aprender cosas
buenas»
«Un padre que da
consejos,
Más que padre es un
amigo
Y así como tal les
digo
Que vivan con
precaución
Que nadie sabe en qué
rincón
Se esconde el que es
su enemigo»
«Al que es amigo,
jamás
Lo dejen en la
estacada,
Pero no le pidan nada
Ni lo aguarden todo de
él
Siempre el amigo más
fiel
Es una conduta
honrada»
«Bien lo pasa
hasta entre Pampas
El que respeta a la
gente
El hombre ha de ser
prudente
Para librarse de enojos
Cauteloso entre los
flojos
Moderado entre
valientes»
«Estas cosas y
otras muchas,
Medité en mis
soledades
Sepan que no hay
falsedades
Ni error en estos
consejos
Es de la boca del
viejo
De ande salen las
verdades»
José Hernández falleció el 21 de octubre de 1886.
