Este 8 de marzo, queremos reflexionar sobre todo lo que implica ser trabajadoras. Sabemos que el trabajo es la actividad que le da al ser humano la posibilidad de ganarse un salario para satisfacer las necesidades materiales, por lo que es uno de  los derechos humanos fundamentales. Pero no es solo eso, es  el espacio donde establecemos relaciones sociales con otros y otras, con quienes conformamos equipos de trabajo, donde cada una tiene responsabilidades distintas pero complementarias.

Es en este ámbito donde transcurrimos gran parte de nuestra jornada diaria y como consecuencia de ello, surgen vínculos de amistad, de compañerismo pero es también donde se nos presenta el desafío de resolver las diferencias.

El trabajo se nos plantea como una oportunidad de crecimiento que nos permite transformarnos, ya que debemos superarnos permanentemente para mejorar lo que hacemos. Y sabemos que, en este sentido, las mujeres trabajadoras siempre estamos condicionadas a nuestros otros roles y tares para poder dedicar el tiempo que ello requiere. Nuestro famoso “techo de cristal” del que tanto hablamos…ese que no se ve, pero nos limita.

Pero cuales son las  características del trabajo judicial?  En este 8M queremos recordar que el objetivo de nuestra actividad laboral es sumamente importante, es nada más ni nada menos que aportar para que los y las ciudadanas accedan al servicio de justicia.

Para ello somos las compañeras judiciales quienes ponemos el cuerpo. En este marco, enfrentamos problemáticas que condicionan negativamente nuestro trabajo, tales como: sobre carga horaria; carencia de asistencia psicológica y de capacitación adecuada para quienes se desempeñan en áreas sensibles como defensorías y oficinas de género entre  otros ; quita de puntaje al momento de solicitar licencias por enfermedad de nuestros niños, niñas y/o otros familiares a cargo,  ya que la realidad muestra que quienes nos quedamos a cumplir las tareas de cuidado somos las mujeres.

Párrafo aparte merece mencionar que todavía padecemos en muchos casos una violencia laboral que se expresa de modo sutil pero permanente, lo que nos llevó a formular e implementar desde nuestro Sindicato el Protocolo Contra la Violencia Laboral y de Género como herramienta de lucha y contención para las trabajadoras judiciales.

En este sentido hay que destacar que el 23/02/2022 entró en vigencia  en nuestro país, el Convenio 190 de la OIT (organización internacional del trabajo), el que fue ratificado mediante la sanción de la Ley N°27580. Este convenio reconoce el derecho a un ambiente laboral libre violencias y acosos, incluida la violencia y el acoso por razones de género. Esta mañana nuestro Sindicato entregó una nota dirigida a las autoridades del Poder Judicial, solicitando la implementación de medidas tendientes a materializar dicha norma en nuestra institución.

Deseamos un poder judicial con mujeres sindicalizadas para estar unidas entre nosotras y también con nuestros compañeros en la lucha por igualdad de condiciones. Un poder judicial con perspectiva de género y libre de violencias.

Somos trabajadoras judiciales y ponemos cada día nuestras mejores capacidades, creatividad y compromiso en pos de lograr que cada vez haya más y mejor justicia.

En este 8M las invitamos a avanzar unidas hacia ese horizonte… Y no se olviden, nuestro Sindicato está presente para acompañarnos en ese camino.